Esta es la historia de Auxilio Lacouture,uruguaya,que un día llegó a México sin saber muy bien por qué,ni a qué,ni cómo,ni cuándo.En 1965,se plantó en casa de León Felipe y de Pedro Garfias y les dijo aquí estoy para lo que gusten mandar.
Nos cuenta Auxilio que "la noche oscura del alma avanza por las calles del DF barriéndolo todo.Ya apenas se escuchan canciones,aquí,en donde antes todo era una canción.La nube de polvo lo pulveriza todo.Primero a los poetas,luego los amores, y luego,cuando parece que está saciada y que se pierde, la nube vuelve y se instala en lo más alto de tu ciudad o de tu mente y te dice con gestos misteriosos que no piensa moverse."
El 18 de septiembre de 1968,Auxilio estaba en la Facultad cuando el ejército violó la autonomía y entró en el campus a detener o matar a todo el mundo.Estaba en el baño, en la cuarta planta,sentada en el wáter,con las polleras arremangadas,justo en el momento en que los granaderos entraban en la Universidad.
Allí estará recluida varios días y el lavabo será el tunel del tiempo de la narración de toda la novela.
Aparecen personajes como león Felipe, Pedro Garfias, Lilian Serpas, Remedios Varo,Arturo Belano, personaje de "Los detectives salvajes" que acompañan la narración de Auxilio en ese viaje por la memoria para contarnos la imagen última de un asesinato atroz.
Auxilio es una persona alta y flaca como el Quijote,de mediana edad,que ha perdido los dientes y cuando habla se tapa la boca para que no se le vean, pero con un gesto elegante y personal.
Después de leer este libro me he preguntado que ¿Dónde están los poetas? Hace muchos años, en el 76, estaba yo en Barcelona y había poetas. Se reunían en el bar de la Universidad Central, en algún garito del Barrio Chino (el Marsella), recitaban sus poemas en la editorial Seix Barral y si tenías suerte, podías ver y escuchar a Alberti a su llegada del exilio.Estaba de moda oir a los poetas, tanto como a los cantautores o a los músicos de rock o de jazz.
Hoy, no se oye hablar de los poetas más que en el "Ojo crítico" o en "Babelia", pero no en la calle. Con la falta que hacen!
Lamentablemente no es solo la poesía. En el día de hoy tampoco puedes escuchar jazz casi en ninguna parte; y mucho menos, rock. No hay grupos, y no creo que sea a causa de las descargas de Internet: los músicos siempre han ganado dinero, sobre todo, de las actuaciones en directo, no de los discos, cuyos beneficios siempre han sido de las discográficas. Los discos son (o eran), para los grupos, como las tarjetas de visita. Pero no hay grupos. Y es que a la inmensa mayoría de la juventud se la resbala tanto la música, como el arte, como la poesía. Ese es el problema.
ResponderEliminarSin embargo, y como sabes, he vivido unos cuantos años en la ciudad de Girona. Y he de decir que allí sí había recitales de poesía en algunos locales y también había conciertos en bares pequeños del barrio viejo. Bastante a menudo. Pero todos los artistas eran unos novatos, eso sí. Muy pocos, de todos los que vi (y fueron muchos) daban la talla. Aun así, estaban, que ya es mucho.
Los poetas están dónde siempre. Cerca de ti, en tu ciudad, en la calle, pero ¿dónde los hombres?
ResponderEliminarB.